Esta reforma integral en Tiana no solo transforma un espacio, sino que simboliza un nuevo comienzo para Javier. Tras una etapa de cambios, necesitaba mucho más que una casa: buscaba un refugio propio, un lugar donde sentirse él mismo, pero conectado con sus hijos y amigos.
El cambio más significativo se encuentra en la zona de día, donde abrimos la cocina al salón comedor con una gran barra-ventana, permitiendo unir y separar con flexibilidad.
También redefinimos el despacho y la zona de bicis con un simple cambio de acceso, optimizando el espacio. Toda la vivienda se renovó completamente, desde la distribución hasta el mobiliario y la decoración, dándole una nueva identidad.
Un proyecto que demuestra cómo, a través de la escucha y el diseño, una casa puede convertirse en el reflejo de una nueva etapa vital.
