Cuando tres hermanos nos contactaron para reformar el piso de su tío en Sants, querían honrar su memoria dándole una nueva vida. La vivienda, en muy mal estado y con una distribución poco funcional, necesitaba una renovación completa para convertirse en un espacio luminoso, práctico y acogedor.
La reforma supuso una redistribución total. Las habitaciones se reubicaron en la entrada para ganar intimidad, mientras que la cocina se abrió al salón comedor, aprovechando la luz natural y fomentando una forma de vida más fluida. El baño se situó en un núcleo central multifuncional, aprovechando su perímetro para maximizar el espacio y la funcionalidad. Un proyecto que ha transformado un piso obsoleto en un espacio renovado y lleno de vida, sin perder la esencia de los recuerdos que lo vieron crecer.
