Situado en un edificio de principios del siglo XX en Sants, Barcelona, este proyecto marca el inicio de una nueva etapa para Sara y Víctor, una pareja joven que construye su primer hogar juntos.
Más allá de la reforma, se trata de dar forma a un espacio que refleje su identidad común, combinando historia y modernidad.
La nueva distribución separa claramente la zona de día, abierta y llena de luz, de la zona de noche, más íntima y recogida.
Los materiales naturales y los tonos claros potencian la luminosidad, mientras que la recuperación del techo de bóveda catalana aporta carácter y respeto por la esencia original del edificio. Un diálogo equilibrado entre pasado y futuro, donde cada decisión ha sido pensada para que esta vivienda sea un punto de partida, un espacio para crecer y construir recuerdos juntos.
