En las montañas de Sant Pol de Mar, con el mar en el horizonte, Laura y Carlos quisieron transformar su segunda residencia en un espacio renovado, luminoso y acogedor, pensado para vivir veranos rodeados de familia y amigos.
El proyecto se centró en modernizar completamente la casa, actualizando todos los materiales, renovando la cocina, los baños y el pavimento, y abriendo la zona de día al exterior para maximizar la conexión con el jardín y el paisaje.
Para potenciar esta relación con el aire libre, se construyó una barbacoa exterior, creando un espacio perfecto para encuentros y momentos compartidos. Un refugio de verano donde desconectar, compartir y disfrutar de la luz y la brisa del mar.
